Filtro

A pesar que la exposición solar representa para el ser humano algunos beneficios, tal como ayudar a mejorar la síntesis de la vitamina D en nuestras pieles, favorecer el funcionamiento del sistema inmunológico y generar una sensación de bienestar psicológico; también puede causar diversos problemas de salud, cuando no se toman las previsiones requeridas. Entre los posibles efectos que preferimos evitar, se encuentran las quemaduras de piel graves y molestas y la manifestación de carcinomas. Por otra parte, la exposición prolongada a los rayos del astro Rey, puede envejecer los tejidos, dañar los globos oculares, e inclusive, con menor incidencia, hay quienes pueden sufrir alergia al sol.

Es por ello, que muchas personas evitan exponerse a los rayos proyectados por el astro, mientras que otras, utilizan medidas para disminuir la posibilidad de la aparición de las consecuencias negativas. De éstas últimas, muchas utilizarán los famosos protectores solares, los cuales, no otorgan una protección absoluta, pero ayudan a evitar que las radiaciones solares, principalmente las tipo UVA y UVB, hagan estragos en nuestra salud. Esos filtros funcionan absorbiendo o reflejando los rayos ultravioleta, para que la piel no los reciba directamente. Hay otros que actúan directamente en la restauración de las capacidades de la piel.

SPF

Los protectores solares tienden a venir aparejados de un número, que da cuenta del nivel de protección que nos otorgan. Esta cifra se denomina «factor de protección solar» (SPF, por sus siglas en inglés) y garantiza que, a mayor gradación, mayor resguardo de la piel. En tal sentido, las principales presentaciones comerciales de estos filtros solares, cuentan con índices de 8,15, 25, 30 y 50 o más. Las personas con pieles más claras, por regla general, deberán utilizar bloqueadores con mayores índices, que las que tienen pieles más oscuras, durante un mismo período de exposición solar; debido a que las primeras cuentan con menor melanina que las segundas, y esta sustancia se considera la principal barrera contra las quemaduras.

Tipos de filtro

En relación a la naturaleza del filtro que contienen, los bloqueadores solares se pueden dividir en cuatro tipos principales, conformados por aquellos químicos, físicos, biológicos y organominerales.

Químicos

Los bloqueadores químicos, funcionan mediante la absorción de los rayos solares, transformándolos en sustancias inofensivas para la piel. Éstos son compuestos por diversas sustancias químicas orgánicas, a base de carbono. Muchas personas los utilizan, pues suelen generar capas protectoras menos densas que las proporcionadas por los otros tipos de protectores, y por su fácil absorción. Sin embargo, no son recomendados para personas que padecen dermatitis atópicas y aquellas que han creado intolerancia a sus componentes; así como también se desaconseja su aplicación en pieles que hayan sido víctimas de quemaduras o heridas recientes.

Físicos

Los filtros solares físicos son aquellas sustancias que dispersan la luz solar, impidiendo que ésta llegue a la piel y sea captada, causando los efectos negativos. Ellos contienen elementos químicos inorgánicos y no son absorbidos por la piel, por lo cual, las personas que cuentan con pieles delicadas o presentan hipersensibilidad a los componentes de los bloqueadores químicos, pueden utilizarlos con total seguridad. Esta modalidad de filtros, también son llamados «pantallas solares» y son especialmente indicados para bebés y personas con lunares y pecas.

Organominerales

Estos filtros pueden ser considerados como una categoría dentro de los protectores químicos, en virtud de su composición; sin embargo, al no ser absorbidos por la piel, crean una pantalla protectora, similar a la de los bloqueadores físicos. Su mecanismo de acción también integra las funciones de las dos categorías precedentes, pues reflejan los rayos del sol, mientras absorben parte de ellos. Por otra parte, garantiza que sea de fácil aplicación, mientras asegura una alta protección, mientras que evita la sensibilización y las alergias más comunes.

Biológicos

Son compuestos que evitan las consecuencias negativas del sol, mediante la presencia de antioxidantes, lo que permite reducir la formación de radicales libres a causa de la radiación y reparar el daño recibido. Este tipo de protector solar, potencia el sistema inmunológico de la piel y evita el envejecimiento cutáneo. A diferencia de los filtros anteriores, esta variante no impide que los rayos ultravioleta del sol permeen en la piel, sino que procura la restauración de las capacidades regenerativas y defensivas del órgano, luego de una intensa jornada de exposición. Por lo general, tienden a incluir vitaminas A, C y E; en conjunto con otras sustancias provenientes de plantas, para generar mejores efectos y no cuentan con un índice SPF en razón de la naturaleza de su funcionamiento.

Consulta a tu médico

Antes de elegir el tipo de protector solar que quieras utilizar durante este verano, es conveniente consultar a tu médico de confianza, sobre las bondades que aportan cada uno de estos tipos de filtros, sus potenciales efectos negativos y otras indicaciones que te ayudarán a disfrutar del sol, mientras resguardas tu salud y la de tu familia.

Por Lucia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *