Hace al menos hace 50,000 años el hombre quien comenzaba a realizar y diseñar sus primeras ideas, tuvo la necesidad de inventar un sistema que le permitiera incrementar la exactitud de las labores de supervivencia, en este caso la tarea de cazar animales para convertirlos en alimentos. Es por esto que diseñó una especie de arco, copiandola forma de instrumentos musicales que ya existían y que tenían la misma forma, con el cual darle impulso y velocidad a una flecha para hacerla llegar mucho más lejos y elevar la puntería de esta, con el tiempo se convertiría además en un instrumento de ataque y defensa que también impulsaría sangrientas batallas y largas guerras, pero que terminaría siendo desplazado por la invención de las armas de fuego.
Los primeros mosquetes poseían un alcance mínimo, poca velocidad y no penetraban de forma eficiente a los objetivos en comparación con el arco y la flecha, terminaron por ser más populares pues los soldados podían aprender mucho más rápido a controlar un mosquete que un arco con flechas. Por esta sencilla razón el Tiro Con Arco perdió vigencia para las acciones bélicas, pero ganó nobleza al ser convertido en un deporte internacional.
El tiro con arco como deporte actualmente consiste en disparar flechas a través de un arco para alcanzar a los objetivos dispuestos a varias distancias, su primera aparición se dio durante los Juegos Olímpicos de París en el año 1900, pero luego desapareció por largo tiempo al no contarse con leyes y reglas de manera internacional para controlar el juego, fue en 1972 cuando reaparece en los Juegos Olímpicos de Múnich. Entre estilos y formas para realizar este deporte hay abundancia, pero lo más importante al realizarlo es la profunda coordinación que debe existir entre el cuerpo y la mente del deportista, cada mínimo movimiento incide en la ruta que tome la flecha durante el recorrido al objetivo, así como también debe de tomarse en cuenta la dirección y velocidad viento, la fricción del viento sobre la flecha, el ángulo de las manos y el cuerpo al disparar, entre otras cosas, es un deporte que también exige de un alto conocimiento de ciencia y física.
Internacionalmente el arco con fecha en la actualidad es regido por la FITA, siglas de la Federación Internacional de Tiro con Arco y que integra a 146 federaciones de todo el mundo, fue fundada en el año de 1931 en Europa y su sede principal se encuentra en Suiza, la FITA se encarga de la regulación de las normas de este deporte, además de la organización constante y regular de eventos, torneos y competencias.
Así como el Futbol Americano esta implícitamente ligado a las nuevas tecnologías, el Tiro con Arco está íntimamente ligado a la ingeniería y el diseño, pues los arcos y las fechas utilizadas actualmente son verdaderas obras de artes tecnológicas con las que el arquero busca el mejor desempeño en su puntería. Los arcos son construidos para garantizarle al arquero equilibrio, agarre e impulso para la flecha, por lo que cualquier falta de estos tres elementos puede resultar en el detrimento del arquero, por esta razón suele fabricarse a su medida.
El equilibrio de un arco se basa en su forma, existen arcos curvos, arcos recurvos, arcos largos, arcos compuestos, arcos con poleas, entre otros, para las competencias en los juegos olímpicos son permitidos solo los arcos recurvos. La potencia en el disparo de la flecha la otorga la rigidez del arco, por lo que los materiales para su fabricación se eligen con suma meticulosidad, la tecnología ha alcanzado para los competidores los arcos fabricados en fibra de carbono, resistente, rígido pero muy ligero, que en su interior están recubiertos por espumas sintéticas logradas a base de micro burbujas de cristal.
Otra característica tecnológica añadida a los arcos últimamente, son los estabilizadores que permiten reducir la vibración producida al disparar una flecha, por último, podemos destacar que las flechas se deben fabricar en fibra de carbono o aluminio o de la aleación de ambos, para hacerla muy ligera con el fin de realizar largos viajes, pero a la vez pesada para no averiar el arco.