Para aquellas personas que deciden consagrar la vida a la práctica de uno o varios deportes, es muy común la presencia de lesiones, como producto de un movimiento inadecuado o de exigir demasiado a un músculo, articulación o tejido, así como a grupos de éstos. Y en la mayor parte de los casos, no hay formas de anticiparse a ellas y evitarlas, pues se pueden presentar en cualquier momento y circunstancia. Como reza el término popular, las lesiones representan “gajes del oficio” para los practicantes de las disciplinas del ejercicio físico, por lo cual, es probable que tengamos que lidiar con ellas, si elegimos transcurrir por una carrera profesional en ese ámbito.
Recomendaciones al sufrir una lesión
Contenidos
Si en algún momento, nos presentamos ante una lesión, deberemos cesar de inmediato la actividad física, pues persistir en ella, puede ejercer un daño mayor sobre el tejido y postergar la recuperación. Posteriormente, deberemos acudir a consulta médica para determinar la magnitud de las consecuencias, así como determinar los posibles cursos de acción, para solventar la situación presentada a la brevedad posible.
Tratamiento
Es muy probable que el especialista en salud determine que deben utilizarse analgésicos, antiinflamatorios, aplicación de hielo o compresas frías, entre otros; cuando se trate de lesiones leves. Para los casos de daño moderado, podría recomendarse tomar otros tipos de medicamentos más potentes, así como inmovilización de la zona afectada y realización de fisioterapia. Cuando se trata de lesiones de gran envergadura, es probable que pueda recomendarse algún tipo de intervención quirúrgica, más alguna de las medidas señaladas anteriormente.
Importancia del descanso
Sin embargo, el reposo físico es un elemento transversal a todo proceso de recuperación de la movilidad de miembros afectados, independientemente del nivel de daño que pueda presentarse en éstos. Su importancia es capital para la restauración de los tejidos, pues, mientras dormimos, nuestro organismo libera gran cantidad de hormonas del crecimiento, así como testosterona, las cuales cumplen con varias funciones, entre ellas, la recuperación de las lesiones. Según se ha advertido, las horas del sueño deben abarcar desde las 22:30 horas hasta las 7:30, para aprovechar al máximo el efecto restaurador. Por tanto, dormir menos tiempo al indicado o no hacerlo durante la noche, puede afectar este proceso.
Calidad del sueño
Y no sólo debe atenderse a la extensión de los períodos de sueño y de reposo, sino también a su calidad. Hay muchos factores que inciden en un mejor o peor descanso, tales como las rutinas de ir al baño, presencias de dolores crónicos, factores ambientales (nivel de luz, ruido o temperatura), e inclusive, a causa de la estructura de nuestras camas o muebles de reposo. Esto último, hace que sea imprescindible centrar nuestra atención en este tipo de mobiliario, atendiendo a sus estructuras, materiales, y otras especificaciones técnicas, para que tomemos la mejor decisión posible, que nos lleve a poder descansar adecuadamente y a contar con el soporte adecuado para las zonas del cuerpo que pueden resultar afectadas por una lesión.
Camas articuladas
En este sentido, resulta muy favorable, adquirir camas articuladas, pues ellas nos permiten adaptar sus formas a nuestras necesidades particulares, reclinando o declinando sus partes, lo que nos permite colocar más arriba o más abajo algunas de las áreas de nuestros cuerpos que hayan resultado afectadas. Inclusive, se recomiendan para evitar los reflujos gastroesofágicos, los cuales pueden afectar significativamente el sueño en personas que hayan resultado lesionadas o no. Estas camas garantizan la comodidad y buen descanso de sus usuarios, mientras allana el camino a una pronta y completa recuperación. Algunas de ellas también aportan estructuras adicionales, que permiten que el usuario pueda levantarse o recostarse de modo más fácil, ganando mayor autonomía e independencia.