intoxicaciones alimentarias en verano

Haber sufrido tan solo una vez una intoxicación alimentaria es suficiente para saber lo increíblemente horrible que puede ser. Los síntomas más comunes a este tipo de patologías, en función de su gravedad, son: vómitos, fiebre, diarrea, malestar abdominal y fiebre. En el artículo de hoy vamos a ver algunas pautas y recomendaciones que nos van a permitir evitar sufrir este tipo de enfermedades.

La forma más fácil de prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos es lavarse bien las manos antes y después de manipularlos. El lavado de manos se debe hacer con abundante agua tibia y jabón al menos durante 20 segundos. Para manos utilizaremos papel desechable a ser posible.

  • Último en entrar, primero en salir

Tanto cuando hacemos una excursión, como cuando colocamos los alimentos en nuestro frigorífico o en la despensa, siempre debemos tener esta regla en nuestra cabeza. Dejaremos al fondo de la nevera aquellos alimentos que vayamos a consumir a última hora del día. Por el contrario, colocaremos arriba del todo aquellos que primero vayamos a comer.
Tanto en la despensa como en el frigorífico, debemos tener en cuenta que una correcta rotación de los productos va a evitar, por un lado, que podamos consumir algo cuya fecha de caducidad ha expirado, y, además, vamos a reducir considerablemente el desperdicio de alimentos.

  • Mantén fríos los alimentos fríos y calientes los alimentos calientes

Para su correcta conservación, es importante que no rompamos la cadena de frío cuando tengamos que transportar alimentos que necesitan frio. En un viaje largo, por ejemplo, podemos hacer una parada en el trayecto para comprar una barra de hielo que nos permita seguir conservando la temperatura correcta. Si transportamos alimentos calientes podemos utilizar una bolsa térmica o un termo para asegurarnos de que mantiene su temperatura inicial.

  • Evita la contaminación cruzada

La contaminación cruzada es uno de los mayores problemas cuando trabajamos con los alimentos. Consiste básicamente en el paso de gérmenes patógenos de un alimento crudo hasta un alimento que está listo para su consumo. Por ello, debemos asegurarnos de disponer de los utensilios suficientes, tanto en casa como cuando hacemos algún tipo de excursión. La mejor forma de evitar la contaminación cruzada consiste en limpiar las superficies de contacto (tablas), mantener limpios los utensilios (cuchillos, tenedores, pinzas, etc.) y lavarnos las manos constantemente.

Debemos ser precavidos y tener especial cuidado tanto con los niños como con los ancianos, ya que son más propensos a padecer este tipo de enfermedades. Los más pequeños por no tener totalmente desarrollado el sistema inmunitario de defensa, y en el caso de los ancianos, por estar aquél debilitado por la edad.

Por Lucia

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