Música

¿Te ha sucedido en alguna oportunidad, que despiertas con una canción en la cabeza y no sabes por qué? Seguro que sí, y es probable que esa canción no te guste, pero no puedes dejar de cantarla, o al menos tararearla durante gran parte de tu día. Ciertamente que la música actúa de modos misteriosos, y evidencia de esa afirmación, encontramos en nuestro día a día, pues ¿a quien no le ha pasado, que se aprende la letra de una canción, sin siquiera habérselo planteado? Y es que ese conjunto de ritmos y melodías logran calar en nosotros de manera importante, aún sin estar conscientes de ello, como ha dejado en evidencia un conjunto de estudios científicos.

Dichas investigaciones han arrojado que la mente puede percibir más fácilmente algunos mensajes transmitidos a través de la utilización de música, que si lo intentáramos hacer llegar sin la intermediación de ella. Inclusive, se ha determinado que, si no ponemos atención consciente al mensaje, llega de manera más rápida. Tal vez sea por ello que muchas personas y compañías acompañan sus eslogan y consignas con música, lo cual les permite posicionar un producto o un punto de vista específico, en gran parte de la población.

Beneficios sobre la capacidad de memorizar contenidos

Esto puede hacer que seamos víctimas de un bombardeo sensorial, que tiene por objeto disputarse seguidores y compradores. Sin embargo, también se ha constatado que la música puede ser empleada para transmitir contenidos pedagógicos y educativos, que permanecerán durante una mayor cantidad de tiempo en las memorias de sus destinatarios. Eso hace que muchos educadores hayan optado por incluir acompañamientos musicales a ciertas informaciones importantes.

Mayor concentración

Y ésta es una de las muchas bondades que reporta ese tipo de manifestación artística sobre la mente. También se ha asegurado, que aquellas personas que ejecutan instrumentos musicales cuentan con una mayor capacidad de concentración que aquellos que no lo hacen. Esto se puede deber a que los músicos tienen que atender simultáneamente a aspectos como tonos, ritmos y tiempos, entre otros, para que la pieza suene como debería hacerlo. Esto ayuda a preservar las facultades mentales durante una mayor cantidad de tiempo.

Aliado contra el Alzheimer

Otro de sus beneficios para los procesos cognitivos, se ha manifestado en el ámbito de la lucha contra el Alzheimer. Esto se ha hecho mediante la aplicación de musicoterapia, en la cual se busca revivir recuerdos a través del acceso a las emociones de los pacientes; y es que, ¿a quien no le ha pasado que, al escuchar alguna canción, nuestra mente viaje a algún momento especial en nuestra vida?

Disminución de estrés, ansiedad y depresión

Por otra parte, la evidencia existente apunta a que la música interviene en el estado de ánimo de las personas, de modo significativo. En tal sentido, se ha comprobado que algunas creaciones de ritmos lentos sirven para reducir los síntomas del estrés y la ansiedad; mientras que algunas más rápidas y motivantes pueden ser buenas aliadas contra la depresión.

Por una parte, la música puede servir para “calmar las bestias” cuando nuestros estados emocionales hacen que nuestras mentes funcionen a ritmos trepidantes, pero también ayuda a movilizar a aquellos que se puedan encontrar desmotivados y apáticos. Esto ocurre, pues la música genera un aumento en la liberación de endorfina, sustancia ésta a la que se le otorgan facultades de aliviar el dolor y otorgar placer; serotonina, involucrada en la generación de un estado de felicidad; y dopamina, relacionada con la motivación y el buen ánimo.

Mitiga el dolor

En virtud del aumento de la liberación de endorfina, también se asegura que la música incide en la disminución en la sensación de dolor. Es por ello, que se utiliza comúnmente para que algunos pacientes, que padecen dolores transitorios o crónicos, se libren de ellos. También sirve como medio de distraer la atención, para no pensar en el dolor, lo cual también ayuda a disminuir su incidencia.

Mejor circulación sanguínea

A pesar de lo extraño que pueda parecer, otros estudios reseñan que la música tiene propiedades que ayudan a aumentar el diámetro de los vasos sanguíneos, lo cual estimula una mejor circulación de la sangre por nuestros tejidos. Según los científicos, esto se produce por el incremento de la segregación de óxido nítrico, cuando estamos en contacto con un compás agradable. Esto a su vez, ayuda a que se evite la formación de placas que puedan interferir el flujo de sangre, con las consecuencias negativas que ello puede causar sobre los órganos. No obstante, escuchar canciones o estilos que te desagraden, pueden causar que la circulación sanguínea se vea negativamente afectada.

Destrucción de calorías

Por último, también se ha precisado que escuchar ritmos rápidos puede ser muy positivo para bajar de peso. La ciencia explica que ese tipo de música coadyuva al aumento de los latidos cardíacos, lo cual conlleva a la aceleración del metabolismo y a la destrucción de las calorías de las que dispone el cuerpo de modo más rápido y eficiente. Acompáñala de ejercicio físico y una dieta equilibrada y conseguirás la tan ansiada meta de mantener una silueta esculpida.

Por Lucia

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