Desde que el hombre empezó a poblar la tierra ha tenido conocimiento que en la naturaleza está el secreto para curar enfermedades, de hecho, la mayoría de los medicamentos modernos tienen su origen a partir de un elemento natural.

En las plantas está esa gran medicina, el poder curativo, está ahí presente, al alcance de todos los seres humanos, y de cualquier manera, a través de varios contactos: ingiriéndolo, frotándolo y oliéndolo.

En esto último radica la aromaterapia, en curar afecciones a través de la percepción de olores de plantas medicinales que son capaces de regenerar gran parte de las vías respiratorias, en este caso.

Los aceites esenciales, que son extraídos de plantas medicinales, son los utilizados para esta práctica, contienen propiedades antibacterianas, antivirales, antisépticas, antiinflamatorias, y por estas razones son usadas como complementos en el tratamiento tradicional en caso de:

  • Infecciones en la piel
  • Alteraciones en el sistema nervioso
  • Infecciones en las vías respiratorias

Aunque la comunidad científica no avala una cura total por parte de la aromaterapia para ciertas enfermedades, existen testimonios del su uso y eficacia en el tratamiento de la artritis, bronquitis, estreñimiento, dermatitis.

Como complemento en el tratamiento contra el cáncer, ya que contribuya al alivio de los síntomas o a los efectos secundarios de tratamientos agresivos, como la quimioterapia.

Su poder antiestrés le otorga un puntaje alto, ya que un organismo sin tensiones, está en la capacidad de superar síntomas y dolencias de manera más rápida.

¿Cómo es el tratamiento con aromaterapia?

La aromaterapia, no es más que la entrada de olores por la nariz, que al ser percibidas producen estímulos en el cerebro humano, produciendo un estado de relajación y la activación de recuerdos, ya que las aromas se manejan en el sistema límbico, lugar del cerebro donde se procesan las emociones.

Para el tratamiento de afecciones respiratorias, se recomiendo el aceite de menta o eucalipto. Se aplican dos gotas sobre el pecho del paciente y 5 gotas en un difusor para esparcir el olor por todo el ambiente.

Para el alivio de la tos

Se frota un o dos gotas en la garganta y pecho de la personas, y se inhala el aroma por media hora.

Descongestionante

El procedimiento es parecido a los anteriores, pero también se coloca en una taza con agua caliento unas gotas  de menta o eucalipto, y se moja una toalla con esta mezcla, para luego colocarla en la frente del paciente.

Dolor de oídos

Si la utilidad es en niños, es sumamente importante diluir los aceites a utilizar con anticipación, que pueden percibir los olores muy fuertes y  provocar estornudos.

Se aplica la mezcla detrás de las orejas, de igual manera en pecho y frente. También se colocan 5 gotas en un difusor de aromas.

 Mal aliento

También se recomienda diluir  un o dos gotas en agua tibia y usar como enjuague bucal.

Estos aceites mentolados son los más comunes para tratar dolencias o síntomas del sistema respiratorio. Si eres adulto, o es dañino que inhales directamente de la botella o frotes en las palmas de tus manos para tener contacto directo con esta sustancia.

Por Lucia

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