El astigmatismo es una imperfección en la curvatura de la córnea o el cristalino del ojo que impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos.

Por lo general, la córnea y el cristalino, tienen una superficie lisa que se curva de manera equitativa en todas las direcciones. Esto ayuda a enfocar los rayos de luz de forma pronunciada sobre la retina que se localiza en la parte posterior del ojo.

Si la córnea o el cristalino no están lisos y no tienen una curvatura uniforme, los rayos de luz no se doblan correctamente. Entonces el astigmatismo se produce por un defecto en la córnea, en vez de ser redonda, es achatada por los polos y aparecen distintos radios de curvatura en cada uno de los ejes principales. Los oftalmólogos lo llaman error de refracción.

Por esta razón, cuando la luz entra a través de la córnea, se obtienen imágenes distorsionadas que afectan a la visión de cerca y de lejos.

Entonces, astigmatismo es un defecto refractivo, no debemos calificarlo como una enfermedad visual, ni un problema de salud grave; simplemente es un problema del ojo a la hora de enfocar.

En un ojo con astigmatismo, la luz no llega a un único punto de foco en la retina y no produce una imagen precisa. En cambio, se producen varios puntos de foco, tanto delante de la retina como detrás, o ambos.

Síntomas del astigmatismo

El astigmatismo provoca una visión borrosa o distorsionada en cierto grado, a todas las distancias, este es el más frecuente.

Otros síntomas de un astigmatismo sin corregir son fatiga visual y dolores de cabeza, en especial luego de leer u otras tareas en las que se requiera utilizar la visión durante un tiempo prolongado, esto como resultado del esfuerzo muscular que realiza el ojo al intentar acomodar el defecto.

También se dificulta observar detalles sutiles, ya sea de cerca o de lejos.

¿Cómo se produce el astigmatismo?

En principio se desconoce el origen de esta afección, aunque suele ser congénita, es decir, está presente desde el nacimiento y existen antecedentes familiares que lo padecen; también observamos que frecuentemente aparece asociada a otros trastornos oculares como la miopía (astigmatismo miópico) y la hipermetropía (astigmatismo hipermetrópico).

El astigmatismo también puede ser adquirido, en este caso, se produce como consecuencia de cualquier alteración que pueda modificar la morfología normal de la córnea, como intervenciones quirúrgicas tales como: operación de cataratas o trasplante corneal; también cualquier traumatismo, enfermedades u otras condiciones como el estrabismo.

El astigmatismo puede ser considerado corneal, así se denomina cuando es la córnea la que tiene una forma irregular, o bien lenticular, se llama así cuando es la forma del cristalino o lente la que se distorsiona.

Tratamiento para el astigmatismo

Usualmente, se plantea corregir el astigmatismo leve a moderado con el uso de lentes de contacto. Estos lentes corrigen el astigmatismo al compensar las curvaturas irregulares presentes en la córnea y el cristalino.

Los lentes de contacto rígidos solían ser las únicas opciones en lentes de contacto para tratar el astigmatismo. Esto ya no es así; ahora existen lentes blandos llamados «lentes de contacto tóricos» que pueden corregir la imperfección. Estos lentes podrían ser adecuados para algunas personas. Si el astigmatismo es grave, los lentes de armazón o los lentes de contacto rígidos podrían ser una mejor opción para combatirlo.

El oftalmólogo analizará siempre las mejores opciones para tratar el defecto visual producido por el astigmatismo, esto dependiendo del diagnóstico del paciente.

Por Lucia

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