Higiene Íntima

Higiene íntima

En la rutina diaria de higiene personal, tiene una importancia crucial la higiene íntima, la cual debe realizarse con mucho cuidado y conocimiento de las sustancias más favorables para hacerlo. Obviamente que estas zonas son más delicadas que el resto y pueden ser proclives a infecciones, con mayor frecuencia que otras partes del cuerpo, por lo que deben asearse con productos distintos y específicos. La limpieza tendrá por objetivo evitar la proliferación de bacterias y gérmenes externos que pueden generar problemas, pero deberá preservar los microorganismos autóctonos, que son los que se encargan de preservar al órgano del mayor número de infecciones y patologías.

Tipo de jabón a utilizar

Los jabones que utilizamos para limpiar la mayor parte de nuestras pieles, pueden no ser aptos para la higiene íntima, toda vez que pueden alterar el pH de la zona; causando que se afecten los mecanismos de defensa ante microorganismos. Durante la edad fértil de la mujer, su órgano reproductor tendrá un pH que se ubicará entre 4 y 5 (ácido) y este nivel se considera como el más adecuado para destruir muchos de los gérmenes que pueden afectarlo. Si se utiliza un jabón que disminuya su acidez, este mecanismo de prevención podría no funcionar correctamente, permitiendo el ingreso y proliferación de elementos dañinos.

En la actualidad existe una gran variedad de jabones y soluciones para el aseo íntimo, con diversas fragancias, presentaciones y fórmulas, e inclusive están destinados para distintos rangos de edades. Es necesario que prestemos especial atención a los componentes que se emplean en cada uno de estos productos para evitar posibles alergias y otras reacciones adversas. Por otra parte, deberá utilizarse el jabón que corresponda con la edad de la usuaria, pues así nos aseguraremos que se mantendrá el pH vaginal adecuado para cada fase de nuestras vidas.

Evitar la limpieza de las áreas internas

Como regla general se recomienda hacer una limpieza de las zonas externas del órgano reproductor, tales como la vulva, el clítoris y los labios, sin aplicar productos en la parte interna. La misma debe obviarse, pues cuenta con un mecanismo de limpieza natural, uno de los más efectivos que existen, que se efectúa a través del flujo vaginal, lo que mantiene el órgano sexual libre de impurezas y malos olores. Por otra parte, los especialistas en salud contraindican la utilización de duchas vaginales, pues también pueden afectar el nivel de pH y propiciar el desarrollo de bacterias, inflamación e infecciones en la zona. Éstas deben emplearse únicamente como parte de un tratamiento ante algunas patologías específicas y deben aplicarse por períodos cortos de tiempo.

No usar perfumes ni alcohol

Por otra parte, los médicos suelen recomendar abstenerse de utilizar productos que puedan generar irritaciones por la inclusión de químicos. Por lo tanto, debes evitar o utilizar con menor frecuencia, jabones íntimos u otros implementos de higiene que contengan perfumes u olores añadidos. Un efecto similar puede ser causado por los desodorantes íntimos, toda vez que éstos pueden contener alcohol u otros elementos que pueden generar una reacción adversa en la zona. Tampoco deben utilizarse talcos.

Formas correctas de limpiar la zona

Cuando efectúes la limpieza de tus partes íntimas, es conveniente hacerlo con la mano y prescindir completamente de otros utensilios como esponjas o guantes, pues éstos pueden llegar a albergar una gran cantidad de bacterias y gérmenes que podrían resultar nocivos. De igual modo, deberás limpiar el área, desde adelante hacia atrás, y no en sentido contrario, para evitar trasladar las bacterias de la región anal a tu vagina.

Procura mantener el área seca

Así mismo, es conveniente recordar que muchos microorganismos suelen preferir espacios en los que exista humedad, por lo cual, es importante mantener la zona íntima lo más seca posible. Es por ello, que debe evitarse el uso de ropa interior sintética, pues ésta no permite que la transpiración o algunos líquidos que pueden presentarse en el área, se sequen de manera adecuada. En cambio, es conveniente utilizar prendas de algodón orgánico, pues ellas garantizan una mejor ventilación del área íntima. Las toallas protectoras diarias también pueden incidir en que la entrepierna se mantenga húmeda durante un tiempo considerable, propiciando la aparición de gérmenes; por lo que se recomienda evitar su uso o disminuirlo de modo significativo.

Orina frecuentemente

Por último, muchos ginecólogos hacen énfasis en la importancia de orinar frecuentemente, para impedir que algunas bacterias y gérmenes se adhieran a las vías urinarias, y de este modo, evitar infecciones como la cistitis. Por tanto, se sugiere mantener un nivel adecuado de ingesta de líquidos, cuyo mínimo diario se ha fijado en los dos litros (aproximadamente 8 vasos), para estimular la micción. Luego de ir al baño, se recomienda secar el área, utilizando papel higiénico blanco y sin olores, empezando por el extremo delantero y luego desplazándose hacia atrás.

Por Lucia

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